martes, 29 de octubre de 2013

¿Tenemos que ser diferentes?

"De la misma condición no es el pueblo ni un señor" Curiosa frase... la duda es... ¿es cierta? Diría que hoy en día, por lo menos en nuestro país, nadie la dudaría, bueno, decir nadie es demasiado osado, si en la anterior entrada se decía que "siempre hay un justo en Sodoma" parece que siempre "hay más de un ciego" en nuestra sociedad. Pero...
¿siempre es necesariamente cierta? En la historia (de la que no soy ningún experto) me resulta imposible encontrar algún ejemplo donde no se cumpla dicha regla. Bien es cierto que ha habido momento en los que se podría pensar que "el pueblo toma el poder" pero una vez que el pueblo, o parte de él, ostenta el poder sobre el pueblo dejan de ser y comportarse como el pueblo como si el poder viniera acompañado de las llaves de una esfera flotante en la que viven todos ajenos a lo que acontece fuera de ella. O quizá es que al dejar atrás su vida formando parte del pueblo olviden lo que le sucede. Si así fuera bastaría con obligar a los que tienen poder a formar parte del pueblo, algo como: "en vez de hacer 8 horas diarias en la fábrica, haces 4 y, a cambio, te dedicas a gobernar". Pero está el problema de que un fabricante de zapatillas poco sabe de temas como defensa, educación, justicia o economía global. Una posible solución entonces sería poner a ese fabricante a cargo de la sección (ministerio) de "fabricación de zapatillas". Así con cada uno de los puesto u oficios. Maestros legislando sobre educación, militares legislando sobre defensa, jueces y abogados sobre justicia. Pero sin abandonar su puesto, para que no olviden la realidad, que es sobre lo que deben legislar. Sería bonito, el problema es... ¿cómo controlar y organizar ese sistema? ¿Cómo dividir los recursos que tiene el Estado entre las diferentes secciones? Quizá un maestro piensa que es mucho más importante educar a las generaciones futuras que tener un submarino nuevo que no se puede sumergir y, en cambio, un general piensa que es fundamental para la defensa del Estado. Deberíamos tener un ente imparcial (bonita palabra...)  que lo repartiera, pero... ¿quién? Aquí cada uno puede tener su respuesta, un monarca que velara por el "bien" del Estado, una votación popular para decidir los presupuestos anuales, una votación entre los portavoces de las secciones... 

Por desgracia, o por suerte, quién sabe... este sistema sería difícil de implantar en un país como el nuestro, un país en el que resulta inconcebible pensar que un compañero tuyo trabaja la mitad de horas que tú a cambio de sentarse a hablar y tú tienes que estar dejándote el lomo... ya nos parecería una diferencia lo suficientemente grande como para hacer distinción entre "ellos" y "nosotros", ya habría diferentes que es de lo que trataba esto...

Pues... dije que iba a escribir los lunes... mentí. Hoy escuché fiesta pagana de el Mago de Oz (de donde está sacada la cita) y entre seguir estudiando biología y esto... ya se puede ver cuál ha sido mi preferencia.

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